MUCHI FOREVER

BEAUCOUP DE JOTTERIE POUR TOUTES LES ÂGES!!!!

Mi foto
Nombre: Señorito Muchi
Ubicación: Mexico

Soy un tipejo bastante raro. Encantador pero al mismo tiempo insoportable; muy sociable o asquerosamente hermético; amoroso y también jijo de la tiznada. Estudié como todos (todos los que no son "guebones"), me "lisensié" en Relaciones Internacionales por la UNAM en 1989 cosa que me ha servido de muy poco profesionalmente, vivo sólo desde 1990, pasé nueve maravillosos meses en Inglaterra lavando platos y tendiendo camas cuando tenía 22 años. Radiero (me caga la expresión comunicador), esforzado promotor de cosas que nadie quiere oir, orgulloso padre de dos gatas de 15 años, fumador empedernido, alcoholico en rehabilitación, voyeurista exquisito, fan del soccer y todo lo que implica, narrador retirado "a la fuerza". Y muchas otras cosas más...

martes, enero 30, 2007

EQUUS!!!





Tremendo escándalo en las Inglaterras... Daniel Radcliffe (a.k.a HP) ya promueve Equus...
Fotos dedicadas a quienes decían que este niño estaba asqueroso... como Trashy, por ejemplo

lunes, enero 29, 2007

Jeremy Sumpter

Hablabamos de que Peter Pan ya creció... pos chéquense ese pedacito... (sagrado insomnio)

Harry Potter Order of the Phoenix

...mi locura empezará en breve, nuevamente... (P.D.- Maten a Cho Chang!!!)

sábado, enero 27, 2007

ANTE LA CRISIS ECONÓMICA


Lo importante es volverse "Entrepreneur" (no, no tiene que ver con la entrepierna, significa hacerse empresario puesn). Es por ello que el Señorito Muchi ha decidido poner en venta las acciones de JETAS para empezar una nueva empresa:

No vayan a pensar maaaal!!!! El nombre del Mesón nada tiene que ver con preferencias sexuales. Es que sus fundadores tienen la letra J en su nombre... La felíz sociedad incluye a:

José María A, Juan Kulito Becker, José Rodrigo Peñafiel, Juan Dominquez (por aquello de no me chingues) y Rafael Márquez J. Aqui compartimos las deliciosas imágenes de dos de nuestros fundadores...


Rafita se comprometió a diseñar el menú... se aceptan sugerencias, porque parece que eso de la cocina no se le dá muy bien...

Juan Kulito se encargará de las PR... con eso que ya sabe boxiartz pues también sacará a uno que otro borracho..

Mientras... Señorito Muchi se dedicará a tragar caliente y a hostigar sexualmente a comensales hostigables.

Pronto anunciaremos la inauguración...

viernes, enero 19, 2007

LEONARD BERNSTEIN (1918-1990)

West side story

Romeo y Julieta, la tragedia de William Shakespeare, ha cobrado vida una y otra vez en el devenir de la humanidad, así como ha sido objeto de recreaciones de inmensa estatura en el ámbito artístico. Ese amor imposible de los amantes de Verona ha sido llevado a los escenarios de maneras diversas; y en el siglo XX existió una versión novedosa del coreógrafo y director de Broadway Jerome Robbins, quien en 1949 buscó a Leonard Bernstein para transportar la historia de Romeo y Julieta de Verona a la zona oeste de Manhattan en Nueva York. Romeo sería, entonces, un italiano católico; Julieta, una chica judía; los Montesco y los Capuleto serían dos pandillas de adolescentes y Fray Lorenzo encarnaría al encargado de la farmacia del vecindario. Por su parte, Robbins imaginó la “escena del balcón” en una escalera de emergencia de un edificio de departamentos. Robbins y Bernstein estaban tan inmersos en sus compromisos profesionales que les fue imposible ponerse a trabajar inmediatamente. Fue hasta 1955 que ellos decidieron llamar a un libretista para que los apoyara. La elección fue perfecta: Stephen Sondheim. Pero la idea original se había transformado. Según Bernstein: “Dejamos a un lado la premisa de la pareja judío-católica por no ser muy fresca, y pensamos en dos pandillas adolescentes, una de los aguerridos portorriqueños, la otra de típicos estadounidenses. Repentinamente todo cobró vida. Escucho ritmos y pulsos y –más importante aún- comienzo a sentir su forma. El proyecto fue concluido hasta 1957 con el nombre de West Side Story (traducido literalmente como Historia del lado oeste, aunque en español se le conoce mejor como Amor sin barreras). El 20 de agosto de ese año la producción fue estrenada en Washington D.C., con una entusiasta acogida del público. Un mes después West Side Story abrió sus presentaciones en Nueva York alcanzando 784 presentaciones en Broadway y después de una gira nacional regresó al teatro donde fue estrenada para rematar con 250 funciones más. Por supuesto, la industria cinematográfica no podía quedarse alejada de este musical; así, la compañía Mirisch adquirió los derechos para llevar West Side Story a la pantalla grande bajo la dirección de Robert Wise. La cinta obtuvo en 1961 un total de diez premios Oscar, entre los que se encontraba el galardón a la mejor música.

Bien vale la pena echar un vistazo a la historia: En la sección oeste de Manhattan hay dos bandas: los Jets (cuyo líder es Riff), es decir, los gringos, y los Sharks, los de Puerto Rico, comandados por Bernardo. Ellos tienen pleito casado desde hace mucho tiempo. En medio de estos grupos está Tony, alguna vez miembro de los jets, a quien se le pide que ayude para sacar a los latinos de la calle. Una prueba de fuego les llegará en un baile esa noche. Pero entre mambos y cha-cha-chás Tony conoce a la angelical (¡y latina!) María, se enamoran al instante (para no variar) e intentan bailar. Más, craso error, ella es hermanita de Bernardo, el shark. Tony se va desconsolado, escucha una gran pachanga en el edificio donde vive el líder pandilleril, y corre a la ventana a declararle su amor a María. Al día siguiente se reúnen por separado Riff y Bernardo para organizar la batalla entre pandillas; María, por su parte, sueña con Tony, aunque al enterarse de los planes de pelea le pide a su amado que interceda. El galán llega al lugar del enfrentamiento; en la trifulca, Bernardo mata a Riff y, confundido, Tony toma el arma asesina y le quita la vida al latino. Después se corre el rumor de que Chino, despechado por el amor entre la pareja, decide matar a María. Todo como pretexto para enfrentarse a Tony y vengar la muerte de su compañero. El desconsolado joven sale a las calles a enfrentar al supuesto asesino de su novia. En la oscuridad, Tony ve la figura de su amada pero antes de que pueda acercársele Chino se adelanta y mata a Tony de un tiro. Él, moribundo, cae en los brazos de María. Tony ha muerto en pos de un amor imposible.

JOSÉ MARÍA ÁLVAREZ

jueves, enero 18, 2007

Dear friends... as of today... jan. 18th, 2007... I've decided...

NOT TO FALL IN LOVE ANYMORE IN MY LIFE
Honestamente... me da hueva
Además... a nadie le gusto :o(

miércoles, enero 17, 2007

SOY... TOTALMENTE ALÉRGICO A LAS PENDEJAS

Aquí una muestra de quienes considero las caritas más PENDEJAS de la televisión mexicana...

INÉS GÓMEZ MONT... flaca, fea, con cara de pedo remojado y básicamente pendeja en crecimiento

ANA MARÍA LOMELÍ... Pendeja BASTAAAAANTE crecidita y bastaaaaante cirujeadita

EDITH SERRANO... Una de las más grandes pendejas que ha dado la televisión internacional. Pregunta: con quién carajos se acuesta????

MAGGI HEGGYI... Pendeja que insiste en vestirse como Lucerito como cuando tenía 15 años (con vestido de señora de 40)... con sus asquerisísimos labios de "viejita" y que quiere robar cámara no más a lo "pendejo"...

LUZ BLANCHET... Pobre pendeja, a secas...

HANNIA NOVEL... La otrora "poquianchis del espacio"... además de pendeja y mala frente a la cámara tiene cámara de "midget"

Y... quieren que le siga??? jejeje. Por lo pronto, con ello queda comprobado que esa parte del elenco femenil de Aztec Network "really sucks". Imagínense cómo estará lo demás.

Bueno... Ya descargué mi "pendeja" ira... Baissss

domingo, enero 14, 2007

DMITRI SHOSTAKÓVICH (1906-1975)

Séptima sinfonía en do mayor, Op. 60, Leningrado

El número estimado más bajo de ciudadanos soviéticos asesinados por razones políticas entre 1928 y 1941 asciende a casi 8 millones de personas. Algunos aseguran que Stalin fue el responsable de una tercera parte de estas muertes. El máximo terror de todo este acto es que quizá nadie sepa la verdad hasta el final de los tiempos. Y ese terror está aunado a lo que podría denominarse como el silencio del terror. Un terror venido de la soledad. El miedo que envolvía a todo el mundo en esos momentos es casi imposible de imaginar. La soledad y el silencio provocado por ni siquiera poder mostrar el luto por los desaparecidos. Aquella persona que fuera sorprendida expresando su insatisfacción por el régimen o los acontecimientos paralelos era desaparecida inmediatamente. Todo cambió radicalmente el 22 de junio de 1941. En ese día los ejércitos alemanes invadieron la Unión Soviética.
Las Memorias del compositor Dmitri Shostakóvich indican la manera en cómo la gente se unió en contra de la guerra gracias a su duelo en común. “Mucha gente piensa que yo regresé a la vida con mi Quinta sinfonía” aseguró Shostakóvich, “Pero lo cierto es que regresé a la vida con la Séptima. Eran tiempos en que la compuse donde finalmente se podía hablar con la gente. Era todavía difícil, pero ya podía respirarse. Es por ello que considero los años de guerra harto productivos para las artes.” Este compositor había declarado, a su manera y en la medida de las posibilidades del momento, que todas las formas de fascismo eran aborrecibles para él, al tiempo que calificaba a Stalin en igual rango que Hitler, refiriéndose a ambos como asesinos. Según el mismo autor apuntó en sus Memorias, la Séptima sinfonía fue planeada mucho antes de que cxomenzara la guerra y no fue una reacción intelectual a las agresiones de Hitler. Pero Shostakóvich aseveró: “No tengo nada en contra a llamar a mi Séptima sinfonía como Leningrado, pero no tiene nada que ver con el sitio sufrido por la ciudad. Es acerca de una Leningrado que Stalin destruyó y Hitler acabó por desangrar.” Aquella ciudad, otrora llamada San Petersburgo (y que hoy día recuperó su antiguo nombre) y que fue re-bautizada en 1924 en honor a Vladimir Ilich Ulianov (Lenin), fue cercada por el ejército nazi con la ayuda de las tropas finlandesas el 19 de agosto de 1941, como parte de la gran avanzada alemana.
El sitio a Leningrado comenzó el 9 de septiembre y duró novecientos días, lo cual puede ser calificado como uno de los episodios más desafortunados de la Segunda Guerra Mundial, en el que más de un millón de habitantes se vieron sumidos en la inanición al grado de sacrificar a sus mascotas y comerlas. Shostakóvich, consciente de que sus compatriotas necesitaban apoyo y ante el dolor de ver su ciudad natal en condiciones precarias, decidió enrolarse en el ejército; pero debido a lo débil de su complexión no fue aceptado más que en un puesto de las brigadas de bomberos. Gracias a ello fue que el músico pudo darse a la tarea de escribir, frenéticamente, el primer movimiento de la que sería su Séptima sinfonía en tan sólo seis semanas. Al momento de resistirse a evacuar la ciudad, Shostakóvich continuó su trabajo creativo que le permitió poner punto final al segundo movimiento el 4 de septiembre siguiente, justo antes de la entrada de los ejércitos alemanes en la ciudad. Como es comprensible, aquella obra sinfónica que en la primavera de 1941 este hombre había pensado dedicar a la memoria de Lenin, fue transformándose al encontrar Leningrado totalmente devastada, al ver sus legendarios edificios envueltos por las llamas, y encontrándose en un panorama definitivamente desolador.
El primer movimiento de esta Séptima sinfonía se convirtió en un amplio panorama sonoro de lo que ocurría en Leningrado: primero con una introducción decidida, que nos habla de la grandiosidad de la ciudad y del pueblo ruso. Poco a poco se empieza a escuchar una marcha insistente que va subiendo en intensidad. Después de ese episodio, que puede ser tomado como la llegada de los invasores, escuchamos un momento de gran soledad, muerte y devastación. El segundo movimiento fue calificado por su autor como “de tiempos y eventos que fueron felices y que ahora están teñidos por la melancolía.” En la sección siguiente, un Adagio, es una mirada interior a los sentimientos de Shostakóvich frente a los brutales ataques. Pero específicamente existe una historia alrededor de esta música: la de una joven enviada a los nueve años de edad a un campo de trabajo donde permaneció veinte años debido a que fue escuchada cantando una canción occidental en la calle. Esto movió a Shostakóvich a escribir el hermoso y desgarrador solo de flauta del movimiento que sugiere aquella soledad provocada por el silencio… de no tener permiso para siquiera cantar. El 30 de septiembre siguiente el compositor y su familia fueron evacuados de Leningrado. Primero llegaron a Moscú y posteriormente realizaron un largo viaje en tren rumbo a Kuibishev (hoy Samara); en aquel lugar puso punto final a su Sinfonía con otro extenso movimiento que, en su vasto desarrollo, nos lleva a una conclusión impresionante, como un himno a la victoria, aunque ésta estuviera muy lejos de ser alcanzada.
Al concluir su trabajo en la Sinfonía Leningrado, la obra fue programada para si estreno el 5 de marzo de 1942 en el Palacio de la Cultura de Kuibishev con la Orquesta del Teatro Bolshoi dirigida por Samuil Samosud. Para la ocasión fue preparada una transmisión por radio del concierto, que fue escuchado por millones en la entonces Unión Soviética. Fuera del teatro la gente se apelotonaba alrededor de grandes bocinas para poder escuchar el tan esperado manifiesto musical en reacción a la violencia nazi, a la brutalidad en general. Conmovido al escuchar esa transmisión, el violinista David Oistrakh escribió: “Debemos sentirnos enormemente orgullosos de que nuestro país tenga un artista capaz que, en medio de los tiempos difíciles, pueda responder a estos terribles eventos de la guerra con tanta fuerza e inspiración… La música de Shostakóvich resuena como una afirmación profética de la victoria sobre el fascismo, un postulado poético de sentimientos patrióticos para la gente, y de su fe por el triunfo del humanismo y la luz.” El mensaje que Shostakóvich había lanzado con su nueva Sinfonía se convirtió en un grito “de batalla” en contra de la estupidez. De tal suerte, la partitura fue llevada de contrabando por miles de caminos hasta llegar a las manos de Arturo Toscanini, quien la estrenó en Nueva York el 19 de julio de 1942; y en tan sólo un año, recibió más de sesenta interpretaciones en los Estados Unidos, como un estandarte de la paz.
Fue el 9 de agosto de 1942 que la Séptima de Shostakóvich llegó a la ciudad a la que había sido dedicada, frente a las merititas narices de Hitler. Hoy día, ya no sabemos que tanto pueda sensibilizar esta y otras músicas a los desquiciados monstruos que propician las guerras; pero lo que más debemos valorar en este momento es la posibilidad de acceder a ella, de saber cómo las almas han sufrido en momentos difíciles y, con el arma más poderosa (que es el arte) poder subsistir y restregarles a todos aquellos mezquinos en la cara que el planeta no terminará cuando ellos quieran, sino cuando la música, por sí misma, deje de resonar entre nosotros.

JOSÉ MARÍA ÁLVAREZ
(Esta nota fue publicada por la Orqusta Sinfónica Nacional en 2004 y 2006, por lo cual los derechos de publicación pertenecen a dicha Orquesta)

viernes, enero 12, 2007

Tesorito y la devoradora

(Ya que encuentre alguien la entrevista a Lyn Mayyyyy, por favor)

miércoles, enero 10, 2007

TV update!!!

Ay, pero cómo extrañaba a la excelsa Señorona León con sus espléndidas actuaciones. Ayer, y por mero error, encontré que ahora ya están pasando EL PREMIO MAYOR en la tele!!!!

Más aún... soy felíz pues después de ella transmiten QUINCEAÑERA... Y podré ver a mi Ernestito Laguardia cuando yo estaba perdidamente enamorado de él (bueno, no es pa' tanto...).

Herr Boigen estará felíz también... estamos seguros que ha sido gracias a él que la Tesoro regrese a la pantalla chica... Ya quiten a Silvia Navarro de Montecristo y pongan a la León, pliiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisssssssssss

martes, enero 09, 2007

Y esta semana...

Por azares del destino... aparece un chico lindo en mi vida, "niño bien" como dicen por ahí... me piropea, me admira, se involucra, hace sexo increíble... pero más me deja estupidizado es su manera de admirarme, de explorarme, de reconocerme...
Juan se llama, y es de las Lomas... y no sabe que este sitio existe (por eso pongo su foto sin permiso)...
En fin... me gusta y me gusta mucho.

miércoles, enero 03, 2007

La primera frase de la primera semana del 2007 es...

OSO DE LAS SIETE VERGAS
(La inventó mi amiga Cristina)

martes, enero 02, 2007

JAPPI 2007

Pues afortunadamente se acabó el 2006. Algunos de ustedes se preguntarán qué demonios hice entre la Navidad y el Año Nuevo. Bueno, aunque no se lo pregunten les platico: Dado que mis padres no viven en el DF, los convencí que vinieran a pasar Navidad conmigo. Aquí cenamos en mi depar, algo muy sencillo que les preparé, pero creo que me lucí. Mi mamá asó castañas y mi papá contaba las mismas historias de siempre (pero que para mi ahora cobran un sentido distinto pues hace apenas unos días él cumplió 80 años de edad). Nostalgia... la verdad sí, y mucha. El olor de las castañas me recordó la primera navidad que pasé fuera de casa de mis padres, en el país que me cobijó como ilegal durante varios meses. Recuerdo esa noche del 24 de diciembre de 1989. Yo ya tenía trabajo (de hecho, creo que era mi segundo trabajo en cuatro meses) y se trataba de entregar boletos pre-pagados en la taquilla del Royal Festival Hall. Esa Nochebuena salí con mi compañero Giu como a las 9 de la noche y juntos nos fuimos a sentar a un Wimpy, aquella remota cadena de hamburguesas británica. Sólo nos alcanzaba para la hamburguesa más raquitica con papas y un refreso (creo que gasté como 1 libra y media). Esa fue mi primer cena de navidad tipo "survival". Giu y yo compartiamos cuarto en un edificio muy viejo pero chido a dos cuadras del British Museum, así que al terminar nuestra homeless-dinner nos fuimos caminando hasta donde vivíamos. Me acuerdo mucho que platicábamos de todo y de nada, como no querer darnos cuenta de qué estaba pasando en nuestra vida en ese momento (Giu era italiano, Giuseppe, igual de ilegal que yo). Llegamos al "hogar", me acuerdo que me quité las botas y me agarré los pies que me dolían de estar parado todo el día. Y mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. Empecé por primera vez en mi vida a extrañar a Santa Clos, los árboles de navidad, el olor de la cena de mi mamá o de mi abuela, los villancicos de boca de mi papá o mi tío Julio y mi tía Concha. Giu salió del baño y cuando me vio, con las manos agarrándome mis adoloridas y olorosas patas y con un rictus lloroso innegable, se sentó junto a mi y me golpeó con su hombro: "Ahhh, y tu crees que nos vamos a quedar aquí?? No llores, que me vas a hacer llorar... Ponte los tenis, ve al baño y vámonos." Y sí, me cambie con la ropa que tenía y nos fuimos de vuelta a la calle a soportar el frío. Llegamos a la iglesia de St. John's Smith Square y nos metimos a la misa, experiencia que para ambos era distinta: cantar en misa, abrazarnos, cosas raras, jejeje. Y cuando terminó, decidimos que gastaríamos nuestras 3 libras sobrantes en una Guiness que compramos en un puesto milagrosamente abierto para esas horas. Nos sentamos en una banca en Leicester square donde unos chavos bastante más borrachos que nosotros cantaban típicas canciones inglesas (o por lo menos, eso pensé que eran). Pues Giu y yo nos unimos, aunque nada más balbuceando. Como siempre me ocurrió en Londres, nos hicimos cuates rapidísimo y fuimos a seguir chupando en casa de uno de ellos (un güerito flaquiiiiiisimo tipi Anahí). Me acuerdo que nos dieron como las 5 de la mañana, y cuando ya rolaba el "hash" y la mota de forma más abundante Giu se dio un toque, nos levantamos y nos fuimos a dormir. Al día siguiente, ambos despertamos muy temprano (cosa curiosa), nos bañamos (también cosa curiosa cuando no tienes una regadera a tu disposición en cualquier momento) y fuimos a caminar al inhóspito Hyde Park.

Otras Navidades fuera han sido por demás hermosas y hasta cierto punto curiosas. Una de ellas ocurrió en Hyattsville, cerca de washington D.C. en casa de mi amigo Santiago Rodríguez, cubano él. Fue mi segunda misa "anglicana" en una iglesia pequeña de la localidad (como de aquellas de película gringa), donde, en algún momento, se me brincaron las lágrimas y Natasha, la esposa de Santiago, me abrazó y me dijo "extrañas a la familia, verdad? bueno, nosotros también somos familia...". Wow, la Navidad en casa de mi tía Babby en Londres en 1996, con Roberto... también fue vibrante... hasta un fantasmita nos fue a visitar en la sobremesa.

Y el año nuevo... también en lugares muy raros. Sí, yo he ido a Times Square en 31 de diciembre (no recomendable, la verdad), pero otro año nuevo en NYC fue bastante más amable, con mi amiga Stephanie y su marido Stewart, quienes me invitaron al Big Apple Circus esa noche. Tenía siglos que no iba a un circo, pero este fue muy especial: todos ataviados como si fueran los años 30s y con música de Gershwin de fondo!!!. Al final, champaña para todos, gorritos, cornetitas y así recibimos el año, cantando el famoso Auld Lang Syne, corrimos a la explanada del Lincoln Center (donde estaba el circo) y vimos fuegos artificiales y más tarde a caminar hasta casa por todo Broadway gritando "happy new year" con la gente que iba en sus coches y hasta de un carro de bomberos, jejeje.

Bueno... pero este año, después de ese 24 de diciembre, mis papás regresaron a Puebla y yo me dediqué a ver películas que me traían recuerdos de adolescencia: ví Star Wars 4, 5 y 6, por ejemplo, y también E.T. Ya el día 29 me leí, en dos días, Harry Potter y la órden del fenix, y volví a llorar cuando se muere... bueno, quienes no sepan la historia lo averigüarán cuando salga la 5a. película. El día 31 le llamé por teléfono a gente a quien extraño (no se ofendan si no les llamé... ups): llamé a Stephanie a NYC y Stewart tomó el teléfono para decirme: "Te acuerdas cuando venías de visita que hacías bailar a Francesca -uno de sus gatos- y le decías 'Francesqui'? Bueno, pues el 'apodo' lo conserva y le decimos 'hey, Francesqui, let's dance, let's dance' " Claro, a mi se me salieron las lágrimas (qué chillón soy, verdad?). También le hable a Peter Jablonski, justo media hora antes de que fuera medianoche en Londres. Hablé con Santiago y Natasha a Washington, y también con mi cuate chileno Alfredo Perl que está en Munich. Y por último hice otra llamada a Inglaterra, pero nunca me contestaron (mmmhhh, long long story...).

Pero bueno, este 31 de diciembre la pasé en mi depar, yo solito, jugando (cosa rara) con mis gatitas, besándolas y diciéndoles cuánto las quería, cené bagels (dificilíiiiiisimos de encontrar, pero lo logré) con queso crema, salmón ahumado, alcaparras y un poco de aceite de olivo, me comí las 12 uvas a la hora que intuí eran las campanadas (qué pinches se han vuelto las transmisiones de radio y tele con ese respecto) y después de tocar mi corno hacia la calle para "alejar" el año viejo y tirar un chingo de agua a la calle, me acosté a ver la tele... aquella serie inglesa que me gusta tanto Wired in the blood y después, para callar a la naca gata india albañila que vive arriba y que se cree muy "nais" le puse a todo volúmen el nuevo disco de Justin Timberlake, hasta que me quedé dormido.

Bueno... como siempre mi crónica rara y errática, jejeje. Pero como regalo de año nuevo, me encontré este video de mi adorada Cecilia Bartoli, donde su actitud tan fresca y hasta desfachatada me volvió loco y me hace adorarla aún más. Me cae que quiero ser igual de cabrona que ella.

Pues ya, tenemos un año nuevo... ahora hay que cuidarlo y que sea super duper para todos.

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