MUCHI FOREVER

BEAUCOUP DE JOTTERIE POUR TOUTES LES ÂGES!!!!

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Nombre: Señorito Muchi
Ubicación: Mexico

Soy un tipejo bastante raro. Encantador pero al mismo tiempo insoportable; muy sociable o asquerosamente hermético; amoroso y también jijo de la tiznada. Estudié como todos (todos los que no son "guebones"), me "lisensié" en Relaciones Internacionales por la UNAM en 1989 cosa que me ha servido de muy poco profesionalmente, vivo sólo desde 1990, pasé nueve maravillosos meses en Inglaterra lavando platos y tendiendo camas cuando tenía 22 años. Radiero (me caga la expresión comunicador), esforzado promotor de cosas que nadie quiere oir, orgulloso padre de dos gatas de 15 años, fumador empedernido, alcoholico en rehabilitación, voyeurista exquisito, fan del soccer y todo lo que implica, narrador retirado "a la fuerza". Y muchas otras cosas más...

jueves, febrero 15, 2007

Les presento al que fue mi primer amor

Era julio de 1986. Domingo 27 para ser muy exacto. Yo estaba trabajando para un festival cultural en Oaxaca llamado IDRIART y ese día ocurrió la inauguración oficial que tuvo lugar al pie de la pirámide mayor de Montealban. Habrán sido como las cinco de la tarde. Todos los participantes estabamos sentados en la pirámide mientras los meros meros del festival daban sus discursos. De pronto, sentí que una mochila rozó mi brazo derecho. Voltée y ahí estaba él... Venía desde Filadelfia para participar en los encuentros juveniles del festival. Se presentó conmigo, yo con él... nos quedamos viendo... nos sonreimos y recuerdo todavía como comenzó a latir mi corazón (no se si de excitación o de emoción). Había una nube negra (muuuy negra) sobre Montealban, hasta que cuando el tipito encargado de inaugurar el festival dijo las palabras con las que el acto terminaba, tremendos gotones de lluvia comenzaron a caer. Y... ahí vamos!!! bajando de la pirámide y corriendo para guarecernos. El niño (digámosle Andy, para no meterme en problemas) y yo corrimos juntos, nos reíamos de nuestra desgracia de estar empapados, en fin. Aquella noche, por acto del destino, continuamos platicando y conociéndonos. Nos sentamos en los portales del centro de Oaxaca, cenamos, nos observabamos... yo (y creo que él también) nos sonrrojábamos cuando las miradas duraban más de cinco segundos, jejeje. Y esa noche fue la primera en que hice el amor...
Claro, el festival duraba una semana, y yo era el "multi-usos" así que cualquier convivencia duradera en el día era casi imposible. O eso parecía... pues encontramos muchos momentos para estar juntos, para reírnos, platicar, explorar Oaxaca, comer en el mercado, visitar iglesias y hasta nadar en la alberca del hotel. Andy estudió economía en la Universidad de Haverford en Pennsylvania y durante nuestras muy intensas pláticas él mencionaba que su misión en la vida era ayudar a la gente que no tenía un hogar, darle techo, comida y cariño. Los dos, curiosamente, teníamos 20 años de edad.
Al siguiente domingo nos separamos... yo permanecí en Oaxaca hasta el lunes, pero ese domingo yo fui a dejarlo al aeropuerto. Creo que fue la primera vez que sentí cómo se te estruja el estómago cuando ves partir a alguien que cambió tu mundo por completo, que con sus palabras y su cuerpo me hicieron experimentar cosas que yo me negaba a reconocer. Unas cinco o seis cartas entre él y yo fueron y vinieron en los siguientes meses. Pero, ya que la vida es "de a devis", cruel y despiadada, el contacto se fue diluyendo y todo comenzó a quedar en una de esas gavetas queridas del corazón.

Mucho tiempo después, gracias a las mágias del internet, me enteré que Andy había fundado una asociación civil... dedicada a darle techo, comida y sustento a la gente sin hogar en Filadelfia. Si lloré durante una hora ese día fue poco...

Y ahora, con más mágias del internet, me entero que mi querido Andy ya no es el niño atlético y chaparrín que conocí en Oaxaca, pero que ha trabajado tan duro que sus esfuerzos han cristalizado en http://www.haverford.edu/cdo/profiles/Andrew_Frishkoff.pdf

Andy no me "enseñó" a coger... mi sensación siempre fue de sentir en mi un complemento que nunca había experimentado, un dolor placentero, un volver al cielo y venir de regreso... Eso será hacer el amor? Hasta la fecha no lo sé de cierto, pero es seguro que mi alma y mi cuerpo se transformaban desde el momento en que se cerraba la puerta de la habitación (la suya o la mía) y mis labios tocaban los suyos.

Mi pregunta es... cómo le haré para dejar de vivir de recuerdos??

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1 Comments:

Blogger Ben said...

Oh! Los recuerdos... éstos son lás cosas mas ambiguas, pues a la vez que nos pueden mantener aferrados a la vida a veces nos hacen querer salir disparados de este planeta.
Los recuerdos no se pueden borrar tan facilmente, allí están para guiarnos en algo, para decirnos "esto eras tú y querias ser así", etc...
Tu historia me parece muy chida, y aunque ya tiene sus ayeres parece que la recuerdas muy bien, porke las cosas bonitas supongo, que como algunas malas, no se olvidan tan facilmente.
Bueno, está chido tu blog, espero visitarlo seguido.
PD: El niño este estaba bien lindo.
Saludos!

5:07 p.m., febrero 25, 2007  

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