MUCHI FOREVER

BEAUCOUP DE JOTTERIE POUR TOUTES LES ÂGES!!!!

Mi foto
Nombre: Señorito Muchi
Ubicación: Mexico

Soy un tipejo bastante raro. Encantador pero al mismo tiempo insoportable; muy sociable o asquerosamente hermético; amoroso y también jijo de la tiznada. Estudié como todos (todos los que no son "guebones"), me "lisensié" en Relaciones Internacionales por la UNAM en 1989 cosa que me ha servido de muy poco profesionalmente, vivo sólo desde 1990, pasé nueve maravillosos meses en Inglaterra lavando platos y tendiendo camas cuando tenía 22 años. Radiero (me caga la expresión comunicador), esforzado promotor de cosas que nadie quiere oir, orgulloso padre de dos gatas de 15 años, fumador empedernido, alcoholico en rehabilitación, voyeurista exquisito, fan del soccer y todo lo que implica, narrador retirado "a la fuerza". Y muchas otras cosas más...

miércoles, junio 28, 2006

Bueno... ya me dio HARRRTA GUEBA!!!!


Me percato de que sólo tengo tres lectores y que las visitas a este pinche blog no son tan frecuentes, quizá por el nimio contenido del mismo.
Así es que... me despediré por el momento. Siento que no tengo nada que aportar.
Y... como digo yo... BAIS!

lunes, junio 26, 2006

Sunday, bloody Sunday!!!

El pasado domingo comenzó para mí como a las 7 y media de la mañana. Rico despertar... Correr a la cocina a calentar café intravenoso... Click!... Tele... Los últimos 35 minutos de la película Mi novio atómico donde Brendan Fraser se ve archi-mega-recontra-papi y a Alici Silverstone no le suda el bigote como en Batichica. 9:50 am. Canal 531. Jurgol. Gloriosos ingleses (Joe Cole y sus barridas, aggghhh). De pronto suena el téléfono: mi amiga Nay (cuyo nombre no digo completo, no se vaya a enojar). Estaba en la ciudad y le urgia ponerse al día de muchas cosas conmigo (y yo con ella), así que quedamos de vernos como a las 3 de la tarde. Chin! Tengo que ir a la OFUNAM y ya se me hizo tarde para ir a desayunar al Vips, así que echo mano de lo que tengo en casa, me lo zampé. Hit the shower! Hit the road!
Y finalmente... el concierto. Gente de siempre: Edith, Carlitos (que cada día se está poniendo más sabroso -aunque con respeto lo digo, pues es mi amigo-), Carla, Lazarito con sus típicos chichifitos a quienes les debe pagar muy bien para que soporten que durante un concierto este especímen muestre su abanico y se arrope con su mantilla rosa, etc etc etc. Último concierto de Zuohuang Chen con la Orquesta, y la obra es la Missa Solemnis de Beethoven. Sagrado tabique sinfónico-coral!!! Una de esas obras de arte que sólo pueden escucharse en vivo una vez en muchos años (y que más vale dejar guardadas... es que es bastaaaante pesada...). Ya saben, al final, Las golondrinas, vítores, miles de bravos para Chen. A la salida del concierto, la típica "socialité": me encontré a un ex-colaborador de radio, Leo, con su mujer. Nos damos nuevos teléfonos y le recomendé a mi doctor. Besé y abracé también a Isabel O, la virtuosa dama de TV UNAM, a quien no dejo de admirar, y se me cruzan unos y otros a quienes nada más saludo de lejecitos.
Pues ya... me fui con destino a mi cita con Nay, allá en Plaza Insurgentes (creo que así se llama) donde abuuundan los jotos. Llegué unos 15 minutos antes y, conociendo bien a mi amiga, pensé "debo comer algo porque si no esta mujertz me va a decir que acaba de desayunar y yo me desmayo de hambre". Corrí a engullir un Alambre de bisteck (sin tortillas... sí, un Alambre entra en mi dieta de proteínas). Y cuando terminaba Nay ya estaba en el piso de abajo de la Plaza.
Cambio de escenario: El Péndulo en la Condesa. Incomodísimo para platicar durante horas (esa es una de las virtudes de los Vips: café al por mayor a 15 pesos y gabinetes medio acolchonaditos), pero la compañía lo ameritaba. Así, nos pusimos al tanto de nuestras vidas: allá, donde vive ella, me cuenta los chismes de actualidad, Poncho el cornista tan cachondo como siempre (mencionándo su estupendo pecho lampiño y su húmeda greña larga al llegar a los ensayos), la Chiva con sus achaques de edad, Eva -alias la borracha- más borracha que nunca, fulanita ya dio a luz, menganito se quiso suicidar, perenganito es un naco gato albañil, y así iban y venían los chismes. Pero llegó el momento en que mi amiga ya tenía que regresar a casa de sus padres y a reportárse con el novio por teléfono. Como siempre le entra la angustia y -según ella- vivo al otro lado del mundo (siendo que la zona en la que vivo ES UNA DE LAS MÁS CÉNTRICAS DEL D.F.), pues sólo pudo darme un aventoncillo a Insurgentes. No importa... La conozco y la comprendo.
Me dejó en la parada Sonora del Metrobus. Nótese que llevaba en la mano derecha mi programa de OFUNAM y un disco que me acababan de regalar en la Sala Neza nada más por ser miembro de la Sociedad de amigos de la Orquesta. Entré y después de un par de minutos de pararme a esperar el transporte llegó un chavo de esos que atraen mi mirada: Un poco más alto que yo, con rompe-vientos, pants color gris, mochila de gimnasio color azul marino, tenis color rojo (super chidos, pense, además de que hice una rápida medición: seguro calzaba del 9), moreno claro, pelo desordenado algo quebrado. Pero bueno, yo lo miré de reojo y sólo de vez en cuando pasaba la mirada por donde él estaba (ya Nay me había satanizado de que les echo miraditas obvias a los hombres... "So what??!!!"). Tardaba el Metrobus... yo -diría la Mtra. Revueltas- "me hacía la mensa" pero seguía checando levemente al muchacho. Hasta que llegó el mentado camión. Iba algo lleno, pero tan sólo al subirme ví dos asientos vacíos y tomé el del lado del pasillo. El muchacho morenito debió haber quedado a mis espaldas. Parada Campeche... nada... Y antes de llegar a la parada de Chilpancingo escuché un sonoro "Con permiso" de una voz gruesa, super varonil por no decir mega cachonda: era el morenito, quien se pasó al lado de la ventana. "José María, tranquilo, no le vayas a ver las piernas, porque se refleja en la ventana y te vaya a ver, tu cool." El muchacho volteaba a la ventana y yo empecé a pensar que probablemente iba checando si lo volteaba a ver o algo, así que yo me porté como Comendattore (de piedra, puesn).
Usualmente me bajo en la Parada llamada La piedad si quiero llegar rápido a casa, aunque luego utilizo la del Poliforum si quiero pasearme a la sombra de aquel edificio monstruo. Pero justo tenía que ir una estación más lejos para ir al super a comprar comida. Estabamos por llegar a la parada La piedad, y justo antes de cruzar el Viaducto escuché de mi lado izquierdo: "¿Te gusta el teatro?". Yo volví mi cara leeeeeentamente al lugar que ocupaba el morenito sabrosón y cuando finalmente me lo quedé viendo contesté como dudando que sí. ¡Qué ojazos! ¡Qué cara tan lampiña y afilada! ¡Wow, qué labios tan ricos! Acto seguido dije "¿Por qué?" Y la respuesta, casi literal, fue: "Pues es que ví que traes tu programa de OFUNAM y un disco, y te me hiciste interesante, así que te invito a esta obra." Me entregó dos boletos y entonces dije: "¿Tú actúas ahí?", "Sí, claro, ojalá y vengas. Te espero". Poco antes de llegar a La piedad, se levantó y se dispuso a bajar. Alto en la esquina de Xola. Yo estaba más petrificado. Sólo saqué la cartera y metí el par de boletos. Cuando el camión se aproximó a la parada y finalmente se detuvo ahí, volteé, lo ví, me sonrió, subió su pulgar derecho y se bajó mientras yo decía "gracias".
La obra se llama "Tres arpías y un abanico", y se presenta miércoles y jueves en el Teatro Arlequín. Entonces, mi cabeza (caliente, as always...) comenzó a girar y a fantasear: ¿sería que cuando el morenito iba viendo el reflejo en la ventana me estaba checando a mí y no cuidándose de que yo le estuviera echando el calzón? Digo, no llevaba mi programa ni el disco como ofreciéndolos en oferta, así que -imagino- tuvo que echar más de una mirada para percatarse de lo que llevaba en mi mano.
Wow, ¡qué cosas!
Después de ello: super... Casa (no había luz)... Página 197 de "Los rojos de ultramar" de Jordi Soler a la luz de cuatro velas. Diez para las doce de la noche... Nuevamente luz. Click... Tele... Resúmen del Mundial... Channel surfing... HBO Family... Harry Potter y el prisionero de Azkabán... Llegada del niño al Caldero chorreante... Comienzo a bostezar... Cuatro barras de surimi con mayonesa, limón y sal... Un poco más de zapping... Más bostezos... Y ya, a la cama.
Me acosté boca arriba, abracé mi almohada y no se por qué carajos pensé: "Extraño a Fernando..."
Me desperté al 5 para las 6, llevo dos tazas de café y le he visto la jeta a Loret de Mola dos veces en la tele que está prendida a mis espaldas (¡cómo me zurra las bolas ese güey!) y tengo cita con el doctor a las 10:30 y Consejo del Reforma a las 8pm. Y sí... voy a ir a la obra el jueves y... sí... estoy empezando a extrañar a Fernando.

viernes, junio 23, 2006

Cármina Burana de Carl Orff (Primera parte)

... A petición expresa de varios amigos queridos... Ai' les va mi investigación, acuciosa e irreverente, de esta obra tan mega-archi-rete-tocada...
CARL ORFF (1895-1982)

Cármina Burana
Canciones profanas

Music makes the people come together
Music makes the bourgeoisie and the rebel come together...
Do you like to... Boogie Woogie?
Madonna. Music

Bien sé, finísimo lector, que en las notas al programa uno debe ser más explicativo que crítico, y que los comentarios personales están un tanto fuera de lugar en ellas. Sin embargo, lo que voy a decir para comenzar esta nota seguramente ha navegado por su cabeza: Recuerdo perfectamente cuando en el año 1976 compré mi primer disco LP conteniendo Cármina Burana de Orff. Era una versión –hoy legendaria- con Eugen Jochum en la batuta y las voces de Gundula Janowitz, Gerard Stolze y Dietrich Fischer-Dieskau; en la portada del disco venía un anuncio de que esa grabación había sido autorizada por el mismísimo Carl Orff. Creo que para cualquiera de nosotros, escuchar por vez primera Cármina Burana constituye todo un acontecimiento sonoro e intelectual (bueno, en ese entonces yo sólo tenía 10 años de edad). Mas la prueba de fuego llega cuando ésta se presencia en vivo: mi primera experiencia en ese sentido fue unos dos años después, con la Sinfónica Nacional en Bellas Artes.
El poderío de esa marea sonora provocada por Orff mueve más –según yo- nuestro “volcán interno”, nuestra parte feroz y animal que la sensibilidad. Y al paso del tiempo, escuchar más grabaciones y asistir a más conciertos de Cármina Burana tanto en México como en el extranjero, me ha permitido reflexionar sobre lo que esta obra significa para mí, y le voy a explicar tajantemente qué es lo que creo: hasta la fecha no logro comprender qué pócima mágica o elemento sobrenatural posee Cármina Burana que a todo el mundo fascina y hasta enloquece. Se lo pregunto a mis amigos, al público, a los músicos, a los cantantes, a mis mascotas y hasta a la almohada. ¿Qué es lo que tiene Cármina Burana? ¿Por qué todo el mundo corre apresurado a conseguir boletos cuando se presenta y se hacen “broncas” severas con revendedores y con aquel cuatito que consiguió un mejor lugar en la sala de conciertos que la persona que llevaba formada unas tres horas para entrar? ¿Cuál es el antídoto que utilizó Orff para que una pieza musical de –hay que decirlo- mediana calidad estética sea más escuchada y más gustada que, por ejemplo, Don Giovanni de Mozart o la Octava sinfonía de Mahler? Las razones existen. Y son perfectamente indiscutibles para el contexto político, social y cultural que le tocó vivir a Carl Orff. Por lo cual, es momento de explorar un poco quién fue este señor y de cómo Cármina Burana lo ha llevado a la inmortalidad. Aunque debo prevenirlo de que en el presente texto usted conocerá algunas facetas oscuras en el señor Orff, planteadas de la manera más imparcial posible (sí, querido lector: aquí se dará cuenta que este compositor no era precisamente un ángel del cielo).
Oriundo de Munich, Alemania, Orff nació en 1895 y realizó sus primeros estudios en la Academia de Música de su ciudad natal. Siendo muy joven probó suerte como director de orquesta en ciudades como Mannheim, Munich y Darmstadt, para radicar definitivamente en la localidad que lo vio nacer. Desde ese momento –hacia 1920- Orff reconoció su profundo interés por la música antigua, sus técnicas y sonoridades, por lo que abordó estudios acuciosos sobre el tema y dedicó gran parte de su tiempo a la enseñanza y la composición. Ese interés creciente por la música del siglo XVI en particular, lo llevó a editar algunas piezas de Monteverdi y al mismo tiempo difundir varias de las Pasiones de Bach y Schütz. En asociación con Dorothee Günther, Orff fundó la Escuela Günther de gimnasia, danza y música. Ahí puso en práctica algunas de sus teorías sobre la enseñanza artística para niños y adultos, diseñando junto con Karl Mändler diversos instrumentos de percusión de fácil ejecución, todo lo cual él utilizó en el posterior diseño de instrumentos más sofisticados incluidos en sus partituras. En la década de 1930 Orff publicó todas esas teorías didácticas en su Schulwerk, donde surge lo que a la sazón se conoció como la Técnica Orff de enseñanza musical, que consiste en la sensibilización por las artes descubriendo la musicalidad inherente a todo ser humano mediante el contacto directo con el ritmo natural, el movimiento y la improvisación. En plena Segunda Guerra Mundial desapareció la Escuela Günther, pero Orff continuó con su actividad creativa.
El año 1937 fue un parte aguas en su quehacer artístico pues decidió retirar todas sus partituras de juventud y avocarse a la creación de piezas que estuvieran íntimamente ligadas al teatro y la danza. En el año referido se estrenó Cármina Burana y posteriormente produjo La luna y Die Klüge, con libretos escritos por él mismo a partir de diversos cuentos de hadas. A fines de la década de 1940 hizo musicalizaciones de Antígona y Edipo, y mucho después abordó el Prometeo. En 1943 surgió otra de sus obras básicas (pero de menor popularidad frente a Cármina Burana): Cátulli Cármina (Canciones de Catulo), y siete años después vio la luz El triunfo de Afrodita. Con ambas partituras, Orff abordó con genialidad textos en lenguas clásicas, y fueron pensadas para constituir –junto con Cármina Burana- una trilogía escénica y musical (denominada Trionfi, o Triunfos), que tuvieran una enorme cohesión en lo estético y lo espiritual. Ahora que estamos claros en las preferencias estéticas de Orff debemos detenernos por un instante, pues aunque “nos choque” y por muy genial que parezca a nuestros oídos su música, las formas y el tipo de obras que este autor cultivó no fueron de ninguna manera su invento exclusivo. Para percatarnos de ello basta mencionar un nombre básico en el arte del siglo XX: Igor Stravinsky. Así es querido lector: si debemos algo a ese tipo de “espectáculo escénico-musical” de Orff hay que remontarnos a obras de Stravinsky como Las bodas y Edipo Rey.
Cada una de estas piezas están dentro del esquema mencionado, aunque tan sólo algunos de sus aspectos –los básicos y de cierta forma banal- fueron reproducidos fielmente por otros autores de la misma época y de las más diversas nacionalidades, entre ellos Orff. Ejemplos los hay muchos: El rey David y Juana de arco en la hoguera de Honegger, La voz humana, El Diálogo de las carmelitas y Las tetas de Tiresias de Poulenc, Las coéforas de Milhaud, entre otros. Todo lo cual nos lleva a otro punto fundamental en la estética “orffiana”: si Stravinsky fue uno de los principales autores que desarrolló un “neoclasicismo” musical, sobre todo en las décadas de 1930 y 1940, eso quiere decir que no sólo sus piezas escénicas influyeron en esa pléyade de compositores –y otros más-, sino que la carga neoclásica estaba implícita en esa influencia. Así, si nos ponemos a discurrir sobre todo lo anterior, tanto el neoclasicismo stravinskiano, el neoclasicismo de Paul Hindemith (otro alemán, poco más creativo que Orff, quien puso también su granito de arena en la educación musical al crear la Gebrauchsmusik –Música para ser usada-), los neoclásicos franceses, añadiendo sus formas de abordar y crear música escénica, nos percatamos que Carl Orff tan sólo fue el recipiente donde esas ideas se vertieron y, cual cultivo de bacterias en una caja de Petri, dieron como resultado los fundamentos de Cármina Burana y las obras posteriores de Orff. Sí, señoras y señores: no queda más que referirnos a Orff como un neoclásico más, cuya originalidad reside más en Stravinsky que en él mismo.
(Continuará...)

jueves, junio 22, 2006

LEIF GARRETT

Efectivamente, aquel amorcito de mi niñez... el que me hacía mojar las sábanas y robarle sus fotos a mi carnalita... Rian, lloren, disfruten de este rrorrito (quien, por cierto, a últimas fechas ingresó a la carcel por posesión de drogas)

miércoles, junio 21, 2006

EXTRAAAAA!!!! EXTRA!!!! LA CALCIATORA VENGATRICE ENCONTRÓ AL PADRE ESPIRITUAL DE LA TESORITOOOOO EXTRAAAA!!!


Así es, gentiles amigos... La dulce Calciatora Vengatrice, quien se encuentra en estos momentos lavando los shorts de las Selecciones de Argentina y Holanda, se dio un pequeño respiro para compartir conmigo (y todos ustedes) los resultados de sus pesquisas por Europa para encontrar a la musa (o muso) que inspiró el típico grito de batalla de nuestra (alas!) adorada Tesorito.
Sí, tal parece que todo comenzó en Italia, y gracias a Luigi Alva y el álbum que aquí se presenta.
Habrá que correr a comprarlo (bueno, yo hasta la quincena próxima pues ya me quedé frío por andar comprando joterías dizque de regalo de cumpleaños).

Larga vida a Luigi ALVA!!!!!

jueves, junio 15, 2006

Gran protesta internacional!!!!


El Consejo Mundial para la Defensa del Deleite de la Pupila de los Jotos (COMUDEDEPUJO), presidido por la hoy célebre CALCIATORA VENGATRICE, secundada por herr BOIGEN (desde Königsberg) y seguidos por una cantidad impresionante de nuevos adeptos al arte de adorar, idolatrar y venerar reliquias y uniformes confeccionados para el futbol, ha decidido que está en absoluto inconforme con las compañías Nike, Adidas y Umbro por diseñar los PEORES SHORTS DE LA HISTORIA CONTEMPORÁNEA en tratándose del Pambol.
Además de demandar a las compañías citadas, el COMUDEDEPUJO lanza la dolorosa consigna para que -de hoy en adelante- se les rebautice a estas prendas tan exquisitas como "Longs" en lugar de "Shorts". No cabe duda que los mejores shorts de la historia fueron los ochenteros y que Adidas se llevó las palmas por ello.
Ahora, SÓLO ES UNA VERGÜENZA no poder verle ni MEDIO muslo a todos los participantes del mundial.
Estamos tristes y furiosos.
(Boletín de prensa enviado desde el escritorio de Calciatora Vengatrice, y que comparto como apoyo en este BLÓ).

miércoles, junio 14, 2006

Maldita sea...


... y lo peor es que con ese cuerpecito se va a casar algun día con una megazorra pendeja

lunes, junio 12, 2006

A una semana de mis 40 años


Plátique y plátique con varios amigos, por teléfono o en persona, o compartiendo momentos enriquecedores y algunos otros vacios con los "cuates virtuales" del internet, me han sonado varias alertas en mi cabeza poco antes de cumplir 4 décadas de vida sobre este planeta.
Una de las cuestiones que me ha intrigado más en estos días ha sido mi falta de pareja desde hace ya varios años. El primer amor de mi vida que llegó a tocar mi corazón cuando tenía yo 22 años de edad (flechazo inmediato y fulminante, y lo hermoso de aquella ocasión fue que el flechazo fue recíproco), y el segundo gran amor que me duró tres años. Desde entonces... vacío absoluto en cuanto a compartir vida y sentimientos.
¿Cuándo me habré vuelto gay? Definitivamente salí del closet con el primer beso en la boca que dí en la vida. Estaba yo en tercero de secundaria (híjoles, debe haber sido hace unos 26 años!!!). Todo ocurrió en la fiesta de despedida de la escuela, de esas en las que van mariachis, la generación saliente llora a más no poder y los que aún estamos en el proceso echamos desmadre. En la escuela donde yo estuve (Instituto Luis Vives), las celebraciones de fin de curso solían tener varios rituales. Antes que nada, había que asistir con ropa ligera y/o vieja, para que no sufriera tanto los embates del desmadre. En la agenda festiva se encontraban: 1.- palabras de maestros y directores, 2.- entrada de mariachi a cantar canciones de harto dolor (De qué manera te olvido, Las golondrinas, etc), 3.- A la salida del mariachi, se llenaba de agua una fuente que había en el patio, con todo y globos mortíferos que estaban destinados a mojar a media humanidad.
En esa despedida, la mojada fue espectacular, según recuerdo. Había un chavo de la generación saliente (es decir, de 3o. de preparatoria) con quien usualmente jugaba al futbol en la escuela (él jugaba de portero). Creo recordar que se llamaba William, o Wilhelm, algo así. Un chavo que a sus 17 años ya estaba tronadón, tenía unas piernas super atléticas, con "caireles" rubios y ojos verdes muy profundos y me daba risa pues caminaba como changuito (¿risa? siiiii, claaaaro). Siempre llevaba playeras y jeans ajustados (recuerden, iniciaban los ochentas) y tenis Adidas (los famosos y codiciados Universal).
Bueno, la cuestión es que en aquella celebración, mis compañeros me tomaron de piernas y brazos, me levantaron y llevaron a la fuente para que terminara ahogado hasta el occipucio. La fuente ya estaba más llena de lodo que de agua y ahí estaba yo, chapoteando para tratar de salir. En un momento fugaz, como escena de película de Brooke Shields o romántico clip (más contemporáneo) de Rebelde, sentí que una mano me tomaba de la playera y comenzaba a sacarme de la fuente. Era el güerito ojiverde que me estaba rescatando y que ya estaba empapado casi igual que yo (sólo que ese día no llevaba jeans, sino unos shorts Adidas color verde botella). Cuando me sacó al ras de la fuente me preguntó como jadeando "¿Estás bien?", y yo sólo pude mover la cabeza afirmativamente, sintiendo que él estaba demasiado cerca de mi cara. Yo recuerdo haber aspirado su olor, entre sudoroso, perfumado y lodoso y observar como se marcaban sus piernas grandotas y bien formadas en cuclillas. ¡Ay! ¡Qué cosa! Cuando repentinamente se me quedó viendo fijamente a los ojos y así, con la cara llena de lodo, me plantó mi primer beso en la boca, con lengua y todo. Sinceramente yo no sabía de que se trataba el beso y no sabía por que lo había recibido. Pero sentí que duró siglos. Una vez que quitó sus labios de los míos y me dejó un ligero hilito de saliva en mis labios, terminó por sacarme de la fuente, me sonrió y se echó a correr.
A la salida de la escuela recuerdo haberlo visto con sus cuates, así, super bugota, y sólo me vio a lo lejos, movió su mano en señal de despedida y jamás lo volví a ver.
Bueno, quizá ahí me descloseté. Pero, antes, ¿qué sentía viendo la tele? Justamente el viernes por la madrugada tuve una inmensa regresión al ver un canal de tv donde pasan puros programas "retro". Apareció en pantalla Patrulla Motorizada, cuyo invitado era un cantantillo bastante gris que levantaba suspiros en las niñas en los 70s (mi hermana tenía todas las fotos del fulanito). Se llama Leif Garrett. Y ahí recordé que ese niño fue uno de los primeros hombres que me gustó en la vida. Aquí les comparto una foto de él (no se rían, por favor) y si ven sus tenis podrán darse cuenta de dónde empezó mi fascinación por los Nike modelo Cortez.
Bueno, debo ir al dentista. Luego les sigo platicando.

Recuperando notitas musicales

Pues, intentando ya no ser tan banal en las siguientes entradas de este "bló", decidí rescatar de vetustos diskettes algunos breves articulillos que se me publicaron en los inicios del "boom" de cuanta página de internet (algunas desaparecidas, como alo.com). Bueno, comenten, critiquen, pero LEAN!!!

El Adagio de Albinoni
Por José María Álvarez

Al revisar la “Classical Top Chart”, encontraremos obras que han sido favoritas del público durante décadas. En esta lista (no inventada) aparecen en primeros lugares Cármina Burana de Orff, la Quinta sinfonía de Beethoven, el Concierto de Aranjuez de Rodrigo y varias otras. En el ámbito barroco, las obras más gustadas incluyen el Aleluya del Mesías de Handel, y piezas cortas como el Canon de Johann Pachelbel y el Adagio de Albinoni. Pero, ¿acaso sabe el público que esta última obra venerada es Apócrifa, que no es auténtica de la pluma de Albinoni? A continuación resolveremos ese misterio.

El veneciano Albinoni
Este señor, cuyo nombre completo era Tomaso Giovanni Albinoni, vivió entre 1671 y 1751; era miembro de una familia acomodada de Venecia, dedicada a la venta de papel. El caso es que Albinoni fue bien conocido en sus tiempos por sus cuarenta óperas, y especialmente por sus colecciones de Sonatas en trío. Pero su desempeño como compositor no fue similar al de sus contemporáneos que se dedicaban en cuerpo y alma a la composición de obras religiosas. Nadie sabe algo más de la vida de Albinoni, debido a que siempre prefirió vivir como “dilettante” al abrigo de la fortuna de su familia y hacer lo que más le gustaba o convenía. Aún así, los únicos datos encontrados al respecto de su vida nos indican que Albinoni fue violinista y cantante, y que su fama -aunque nebulosa en nuestra época- propició que Bach escribiera cuatro Fugas para teclado basadas en el Opus 1 de Albinoni.

Albinoni revalorizado en el siglo XX
Entonces, si Albinoni resulta ser hoy casi un fantasma, ¿cómo es que una supuesta obra suya apasiona y gusta a todos? Resulta que un compositor romano, Remo Giazotto (nacido en 1919), en sus investigaciones sobre el barroco italiano tomó en 1958 un fragmento de una Sonata en trío de Albinoni, que incluía el bajo continuo (para órgano) y sólo seis compases de una melodía conferida al primer violín. Con esos “trozos” de música, Giazotto realizó una versión interesante que cuenta con una introducción para órgano, cellos y bajos, para después exponer una de las más bellas melodías jamás escritas, pero que NO es original de Albinoni (la melodía citada líneas arriba únicamente se escucha en un solo de violín casi al concluir la obra). Así es que, si tenemos que encontrarle alguna paternidad a esta música, habría que referirnos al Adagio de Giazotto basado en Albinoni. ¿Alguien pudo imaginarlo alguna vez?

¿A qué suena el Adagio de Giazotto-Albinoni?
Al escuchar este Adagio, no nos queda más que decir que suena a todo, menos a una pieza barroca (de hecho, no lo es). Sin embargo, esta obra puede referirnos a un ambiente místico y nebuloso, igualmente sensual y religioso, suntuoso y evocativo. Para mí, el Adagio de Albinoni-Giazotto es como una escena de una película de Fellini, como el contoneo de las góndolas surcando la laguna veneciana, como un beso sincero y apasionado. A ti ¿a qué te suena este Adagio no barroco y no de Albinoni?

martes, junio 06, 2006

¿Cómo no suspirar...?


Cuando uno recuerda esa mirada al momento en que suena el teléfono desde la lejana Berlín, sólo para decir que siguen pensando en uno...

Ayyy, no tengo remedio... me siguen gustando las relaciones "por correspondencia".

Pueden preguntar quién es con toda libertad.

CARAS Vs. JETAS


La revista CARAS ha demandado a la novísima revista JETAS por querer robarle sus mejores fenómenos de circo. Fue por ello, que CARAS publica en su número de junio un acercamiento a fenómenos de circo más pútridos que el de JETAS. (Bueno, por lo menos a ese par -se dice- si se les para...)

La Redacción

lunes, junio 05, 2006

JETAS, La revista. Año 1 No. 2


En portada, MARRANITO'S FACE. Horrendo especimen.
En páginas interiores: GUANGA SEUX.

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